1ero de Mayo

28.04.2014 a las 18:29 hs 719 0



A nadie le gusta trabajar y el que diga lo contrario miente, miente o simplemente está equivocado.
Porque a quien le puede gustar levantarse durante cinco días a la semana, a las seis o siete de la mañana, tomarse un café de un sorbo, meterse en un bondi, subte o tren que llega demorado y abarrotado de gente que no saben lo que son los desodorantes, perfumes, jabones, colonias y demás enseres de higiene personal, o tragarse una caravana de una hora en el auto, dormido, muerto de frío o asado de calor?



Pero ahí no termina la cosa, la jornada no ha hecho más que empezar, a continuación tenés que pasarte ocho, nueve o diez horas metido en una oficina, fábrica o local aguantando a un pelotudo tras otro, mientras te mordes la lengua y rezas para que el tiempo pase lo más rápido posible. Y finalmente llegas a cualquier hora a tu casa con el tiempo justo de cenar y meterte en la cama, y así día tras día durante toda tu vida, por dos mangos con cincuenta.



Pero si todos estos no fueran motivos suficientes, aún te encontraras gente que jurará que le encanta trabajar, y no me refiero a Messi, Brad Pitt, o el pelado de Brazzers, no no, son, o al menos parecen ser, gente normal y corriente, como vos o como yo, que en cualquier momento te pueden soltar aquella graciosa frasecilta que dice: “Yo, aunque me ganara la lotería, seguiría trabajando”… ¡Pero por qué no te vas a la reverenda concha de tu hermana! -exclamarás al oírlos-. No se lo creen ni ellos, pero en conversaciones de pasillo entre compañeros de trabajo, estos personajes soltarán esa frase intentando quedar siempre, laboralmente hablando, por encima de los demás, como si temieran o supieran que hay una cámara oculta, colocada por su jefe, observándolos.



¿Y como surgen estos personajes? ¿Como consiguen los jefes tener empleados así en sus empresas? ¿El chupa culo alcahuete, nace o se hace?
Todas estas preguntas tienen una respuesta muy sencilla. Una estrategia muy astuta que han ideado los Jefes es la llamada “Vocación”, si amigos si, el llamado trabajo vocacional o carrera vocacional, es el mayor y más rentable invento de la clase dominante desde el látigo empleado contra los esclavos para construir las pirámides.
Todo es una farsa, y ya desde pequeños nos inculcan esa idea, todo el mundo te pregunta qué queres ser de grande, incluso cuando tenes diez años, - penmsarás, que sabrá un niño sobre lo que más le conviene en el futuro y que mierda te importara a vos, una persona adulta, a menos que seas un cura o Michael Jackson (que en paz descanse)-.



Te seguirán machacando con esa pregunta y conseguirán amargarte la vida en el colegio y la facultad, pensando a que te queres dedicar o que queres estudiar. Tus padres, pobres ignorantes ellos, normalmente te aconsejarán que estudies una carrera para ganarte bien la vida en el futuro, no lo hacen con maldad, no se lo eches en cara más adelante.



Entonces la gente se decide a estudiar una carrera totalmente vocacional y voluntaria, no porque los obligue nadie, o no les de el cuero para otra cosa, o simplemente porque algo hay que estudiar para seguir viviendo tranquilamente en casa de los papis, en absoluto: la gente escoge lo que realmente le gusta y para lo que ha nacido, como Administración de empresas, Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, Ingeniería de Tecnología y Diseño Textil, Ingeniería de Sistemas de Telecomunicación, Ingeniería de Minas, Ingeniería Civil, Óptica y Optometría, Filologías varias, Odontología, Podología, Publicidad y Relaciones Publicas, Relaciones Laborales, Turismo…
Carreras muy vocacionales todas ellas, como lo demuestran antiguos manuscritos y yacimientos en los que se puede observar que mayas, aztecas e incluso los aborígenes australianos consideraban una vocación inspirada por los dioses colocar piedras a lo largo de los caminos de mulas, fabricar persianas automáticas para las cabañas de paja, tejer ponchos, trabajar en las mimas voluntariamente, siempre voluntariamente, o arrancar muelas.



Otra estrategia muy efectiva, empleada por los astutos Jefes, es la de utilizar incentivos económicos o de escalafón en la empresa para dominar y moldear a su antojo a sus empleados y que nunca pierdan las ganas de levantarse un lunes por la mañana, quedarse dos o tres horas extras e incluso que nunca dejen la empresa, ni aunque se ganen el Quini 6.
El éxito de esta estrategia se puede observar entre los propios empleados, cuando un trabajador está perdiendo la fe en el sistema y duda de la necesidad de estar toda su vida trabajando para nada, es cuando se activa rápidamente el “empleado converso”, que dirá algo así como: “¿Pero como podes decir eso? ¿Es que no queres llegar lejos en el trabajo? ¿Es que no queres triunfar en la vida? “



Si, amigos, la famosa leyenda “Triunfar en la vida”, otra frase insertada en la cabeza de los trabajadores, porque triunfar en la vida no es tener salud, tener una familia y amigos que te quieran, jugar con tus hijos en una plaza, visitar museos, viajar, conocer culturas, pintar cuadros, escribir o simplemente rascarse los huevos en el sofá a dos manos.
No amigos no, que equivocados están una vez más: triunfar en la vida es llegar a ser supervisor segundo de la circunscripción regional del departamento de calidad de juntas plásticas, tener tarjeta con tu nombre, auto de empresa, un despacho propio y ganar 200 mangos más al mes y todo eso por solo unas horitas de trabajo más al día y un poquito más de responsabilidad.



En resumen, la sabia mezcla de la vocación con la necesidad de triunfar en lo laboral, conjuntamente con la inherente y absurda rivalidad humana y la necesidad de pisar al prójimo, aseguran al poderoso un surtido inagotable de borregos sumisos, que le garantizan su casita en la playa, su modesto cochecito y su sencillo yate amarrado en puerto Madero. Y por si esto no fuera suficiente siempre existirán los maridos ejemplares y padres de familia que con la intención de pasar el menor tiempo posible en casa con su adorable esposa de cien kilos y rulerod en la cabeza y sus cuatro silenciosos y tranquilos hijos, serán capaces de dormir en la oficina, siempre en nombre del trabajo, claro, y porque son grandísimos profesionales a la par, enormes personas.

Ah! iba a poner algunas imágenes en el post pero estoy en el laburo y me da una paja terrible
Besitos






El éxito de la organización criminal radica en la penetración en el mundo legal, con la corrupción como su principal herramienta.-

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