El imperio de los enanos en China

Arte Fotografia 25.04.2014 a las 19:05 hs 1004 0

A 35 km de Kunming, en la provincia de Yunnan, en China, se levanta un jardín ecológico de mariposas protegido por una colina artificial que creó un empresario chino. Pero su principal atracción no son los bellos insectos, sino un grupo de artistas que participan en una producción llamada "El imperio enano" o "El imperio de los pequeños". Chen Mingjing asegura que fundó el parque temático a mediados del 2009 para ayudar a los más desafortunados ofreciéndoles trabajo. Pese a las críticas de diversos grupos que califican la iniciativa de "barbárica" y "humillante", empleador y empleados lo ven como algo positivo que les permite ganarse la vida sin preocuparse por lo que piensan los demás. El Imperio cuenta con alrededor de 100 empleados sujetos a normas claras y estrictas para vivir y trabajar. La primera es obviamente una cuestión de estatura (deben medir menos de 4 pies y 3 pulgadas de altura), tener entre 18 y 40 años y no padecer ninguna enfermedad contagiosa.

Según los dueños, el parque representa para su particular staff una manera de escapar de la discriminación y el acoso, además de que aquí reciben alojamiento y comida gratis, y son mucho mejor remunerados que lo que puede esperar un graduado universitario en la capital de la provincia de Yunnan: 1,000 yuanes (el equivalente a US $160) al mes.

Una de las casas de la villa de fantasía creada en el parque.

Dos veces al día los trabajadores de un polémico parque temático en Kunming se disfrazan de cuero para bailar break dance, con mallas y tutú para parodiar El Lago de los Cisnes o se cubren con una capa amarilla como un legítimo emperador chino que junto a su parlamento debe gobernar a una corte de hadas, guerreros, cocineros y monjes.

El Imperio cuenta con alrededor de 100 empleados sujetos a normas claras y estrictas para vivir y trabajar. La primera es obviamente una cuestión de estatura (deben medir menos de 4 pies y 3 pulgadas de altura), tener entre 18 y 40 años y no padecer ninguna enfermedad contagiosa