PI (FE EN EL CAOS) entre la metafísica y el surrealismo

13.02.2015 a las 19:15 hs 569 0

PI (FE EN EL CAOS)





Entre la metafísica y el surrealismo


Notablemente más estimulante y satisfactoria que el aparatoso —y vacuo en definitiva, por mucho que se quieran magnificar sus más que dudosas virtudes— Proyecto de la Bruja Blair, Pi, una producción de culto que se hizo merecidamente con el premio al mejor director en el festival de Sundance de cine independiente. Ambas cintas comparten detalles como el haber estado producidas en blanco y negro, haber costado cuatro duros y ser óperas primas hechas entre amigos. Pero ahí se acaba todo: mientras que los autores del Proyecto se conforman con plantear un ejercicio de estilo y alargarlo hasta la saciedad, Darren Aronofsky construye un todo coherente sustentado por una implacable lógica interna y consigue dar entidad a una de las narraciones más obsesivas, originales y surrealistas del cine reciente.

Pi no es desde luego un producto diseñado para satisfacer las espectativas de nadie, salvo probablemente las del propio impulso creativo que la anima, y es precísamente esa convicción en sus propias propuestas lo que la convierte en algo valioso. El único requisito para lograr conectar con ella es compartir el interés de su autor con alguno de los temas que se desarrollan en ella.

Veamos: Max Cohen, un matemático que sufre terribles jaquecas crónicas y una disfunción social extrema, intenta elaborar un modelo numérico predictivo que pueda dar cuenta de un sistema caótico que no puede ser analizado lógicamente: la Bolsa de Nueva York. Cuando cree que está a punto de obtener resultados de su trabajo, su ordenador se estropea y le da unos resultados extrañísimos justo antes de dejar de funcionar. Su antiguo mentor, con quien suele reunirse para jugar a go —juego tratado en la película con la elegancia que merece—, le explica que a él le habían ocurrido cosas parecidas cuando investigaba posibles estructuras subyacentes en la secuencia de dígitos del número pi. A partir de ahí, un montón de enigmas dispersos empiezan a cobrar protagonismo: la razón aúrea y la forma natural de las espirales presentes en la naturaleza, la Cábala y una enigmática secuencia de 216 números. De forma complementaria, diversos personajes secundarios empiezan a cobrar relevancia y se desarrolla una trama complementaria de tintes paranoides realzados por los episodios alucinatorios que experimenta Max conforme se deteriora su estado.

El clímax de la historia se plantea casi como un enigma metafórico, y al igual que infinidad de los detalles que ha ido desgranando, no admite una interpretación trivial, dejando más espacios sugeridos que propiamente resueltos. Y esa, desde luego, es la única estrategia válida que permite plantear el tipo de preguntas trascendentes que encara la narración sin caer en lo ridículo. En última instancia, la estructura oculta subyacente por debajo de cualquier sistema caótico es Dios, y el trayecto del protagonista representa un intento de comprehender la divinidad. En el contexto de la película, es significativo que el ordenador esté estropeado cuando emite los resultados que emite, así como la propia desintegración del propio Max: ambos son, a su vez, sistemas caóticos.

Visualmente, y pese a la escasez de medios, la cinta es igualmente sofisticada, y avanza a lo largo de una serie de ciclos casi recursivos, como si se tratara de una de las espirales naturales mencionadas más atrás. El personaje principal está caracterizado de forma brillante por Sean Gullete, y el conjunto gana progresivamente en entidad dramática apoyado en una banda sonora de música electrónica que orquesta con precisión cada uno de sus aspectos formales.


EEUU, 1997. T.O.: Pi. Director: Darren Aronofsky. Producción: Protozoa Pictures, Truth & Soul, Harvest Filmworks, Plantain Films. Productor: Eric Watson. Guionista: Darren Aronofsky, según un argumento de Aronofsky, Sean Gullette y Eric Watson. Fotografía: Mathew Libatique. Música: Clint Mansell. Diseño de producción: Matthew Maraffi. Intérpretes: Sean Gullette, Mark Margolis, Gen Shenkman, Pamela Hart, Stephen Pearlman, Samia Shoaib, Ajay Naidu. B/N.

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