Hechizos para cambiar el pasado: la manipulación del Tiempo en el ocultismo.

09.01.2020 a las 18:10 hs 474 1



¿Se puede cambiar el pasado?Resulta difícil dar una respuesta concluyente, lo que sí podemos decir es que el ocultismo y el esoterismo lo han intentado desde siempre, mucho antes de que existiera la ciencia ficción y el concepto de viajes en el tiempo.Los hechizos para cambiar el pasado no tienen que ver exactamente con máquinas del tiempo, o por tal caso con viajar al pasado, sino más bien con manipular el tiempo, retroceder, revertir su flujo, y de ese modo modificar algo en el presente.En este sentido, la mecánica que plantean estos hechizos para cambiar el pasado, es decir, hechizos para manipular el tiempo, se basan en el creencia de que es posible crear bucles temporales, una habilidad que ciertamente resulta muy útil para revertir cualquier daño y restaurar la integridad de una persona, un objeto, o una relación.Después de todo, un bucle temporal es simplemente una secuencia finita que tiene una posición que comienza y termina en el mismo lugar. De hecho, experimentamos estos bucles a diario. Basta ver cualquier reloj para observar la misma secuencia, o períodos de tiempo, que a su vez crean olas armónicas y periódicas. En otras palabras, cada hora, cada instante, es una coordenada en el tiempo (ver: No te compliques: el Tiempo quizás no existe).Los sucesos, objetos y personas, por ejemplo, en todas sus interacciones entre las 00:00 a.m. de hoy, las 00:00 a.m. de ayer, y las 00:00 a.m. de hace cien años son diferentes, por lo que si bien la coordenada temporal no es única, lo que sucede en esos momentos sí lo es. El ocultismo, sobre todo, cree que es posible utilizar estas coordenadas para cambiar su configuración. No es como viajar al pasado, sino simplemente ajustarlo en determinados puntos para que generen estados y cursos de alternativos.En otras palabras, si bien el Tiempo tiene una naturaleza periódica (ver: ¿El Tiempo es lo que evita que todo suceda a la vez?), que se compone de una serie de bucles, lo que sucede dentro de estos puede modificarse.Si bien esto puede parecer sumamente extraño, lo cierto es que los hechizos para cambiar el pasado se apoyan sobre los mismos principios de la brujería y la adivinación. Ésta última consiste en predecir el futuro, mientras que la brujería intenta modificarlo; en esencia, son sistemas muy parecidos desde una perspectiva abstracta.Por ejemplo, cualquier forma de cartomancia, sobre todo las que utilizan las barajas de Tarot, esencialmente intentan manipular el tiempo, ya que cualquier cosa que tenga una enumeración finita tiene un punto en donde necesariamente debe repetirse a sí misma. Esta numeración posee sus armonías, sus olas y ciclos, y dado que los arcanos del tarot tienen una cantidad finita de cartas enumeradas, esto implica la presencia de períodos, o bucles armónicos, que en este caso tratan de manipular el futuro, aunque solo sea para predecirlo.Albert Einstein concluyó que el pasado, el presente y el futuro existen simultáneamente, y esa noción, probablemente de forma intuitiva, está presente en las teorías de Aleister Crowley sobre la manipulación del tiempo.Crowley suponía que la diferencia entre la percepción del tiempo, es decir, el modo en el que percibimos el tiempo en determinadas circunstancias, y la duración objetiva de un lapso temporal determinado, prueban que nuestra consciencia puede moverse con algún grado de libertad en el tiempo, tanto hacia el pasado como hacia el futuro, con lo cual la posibilidad de manipular el tiempo a través de la magia no sería algo completamente descabellado.Claro que, en este contexto, un hechizo para cambiar el pasado sería algo completamente inútil, ya que este debería ser formulado dentro de un lapso temporal objetivo, y tamizado a través de nuestra propia percepción del tiempo. Para salvar este escollo, Crowley concluyó que la única manera de cambiar el pasado a través de la magia es abstrayendo la consciencia de las coordenadas temporales en las cuales existe, en un perpetuo presente. En otros términos, era necesario aislarse de la percepción del tiempo, no sentirlo, para que el trabajo funcione.Y el único momento en el cual no tenemos una percepción del tiempo, y acaso donde el tiempo no existe, es en los sueños.Estas nociones no son exclusivas de Crowley, y por tal caso tampoco del ocultismo. Subyacen debajo de todas las acciones que tienen el objetivo de aislar la consciencia de la percepción del tiempo. Podemos pensar en la oración, en ciertos ejercicios de yoga, en la meditación, como prácticas que inducen una disminución de la percepción del tiempo, permitiéndole al practicante acceder a la Cuarta Dimensión, el Tiempo, como si se tratara de una dimensión física (ver: La Cuarta Dimensión en la literatura).Crowley realizó algunas prácticas abominables para cambiar mágicamente el pasado. Se apoyó, sobre todo, en las artes tántricas y la noción de Kalas, que pueden ser vistas como unidades de tiempo que tienen una correlación directa con nuestros impulsos primarios. Estos impulsos son primitivos, como la temporada de apareamiento en los animales, y su sincronización, según Crowley, le permitía acceder a la dimensión del tiempo desde una nueva perspectiva.En esa esfera de existencia, Crowley aseguró haberse encontrado con entidades sumamente extrañas. Algunas, de hecho, lo ayudaron a manipular el tiempo, según él, pero siempre dentro de una lógica de intercambio igualitario. Es decir, las entidades le enseñaron a recortar el tiempo en determinados lugares, a prolongarlo en otros, pero a cambio de ciertos favores que el ocultista prefirió omitir, aunque aclara que la destrucción sistemática de relojes funcionaba bastante bien como ofrenda.Es decir que el ocultismo cree que no hay una diferencia significativa entre la percepción y la manipulación del tiempo. No obstante, uno no puede acelerar o retroceder el tiempo, sino más bien nuestra percepción del tiempo, ¿pero qué tal si esa percepción fuese una forma moderada de manipulación?No daremos aquí una descripción detallada de los hechizos para cambiar el pasado, y rápidamente hay que añadir que este tipo de ritos no permiten, por ejemplo, cambiar el resultado de un partido de fútbol, o matar a alguien, al menos no directamente. La cosa es mucho más sutil que eso.Este ritual para cambiar el pasado se basa en la idea de coordenadas en el tiempo; dos, para ser más precisos. La primera es en la cual se encuentra el practicante, la segunda, en el punto en el pasado que desea modificar. A partir de ahí solo es necesario construir un puente mágico que haga posible la comunicación entre el primer y el segundo punto o coordenada, es decir, entre el presente y el pasado.Fácil... en teoría.Crowley se refiere a un puente mágico, término bastante infantil, pero en realidad se trata de aquel aislamiento de la consciencia de las coordenadas del presente para enfocarse en otras, desde nuestra perspectiva, en el pasado. El diseño de este tipo de rituales no puede ser genérico, al menos si se desea crear una línea de conexión y de comunicación con el pasado. A medida que la consciencia se desplaza por este túnel, éste se vuelve cada vez más estable con la práctica, se fortalece, logrando que la comunicación sea mucho más fluida.Como es fácil de deducir, la mejor comunicación con el pasado que uno puede establecer es con uno mismo (ver: Cómo tu futuro puede cambiar tu pasado)Si bien Crowley plantea un enfoque más bien esotérico, este tipo de prácticas no se diferencian demasiado de los viajes astrales y las proyecciones extracorporales. De hecho, en sueños quizás seamos capaces de movernos en el tiempo de forma natural, sin artilugios, y sobre todo sin los intereses mezquinos del ego.



Hechizos para cambiar el pasado: la manipulación del Tiempo en el ocultismo fue realizado por El Espejo Gótico.

Dalia

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