Taller de vulva

29.02.2020 a las 09:47 hs 511 0


“Empezamos con un grupo de whatsapp que se llamaba “concha alert”, amigas que salíamos a tomar birra los jueves. Una decía que la concha te tiraba una alerta cuando sabía lo que era bueno para ella y nos quedamos con ese concepto porque nos pareció genial. Lo ponemos en práctica: la sabiduría de la concha.


De ahí salió el podcast, de esas charlas que derivaron en una mini prueba de cuatro episodios. Hoy en día nos damos cuenta que ese nombre que nos daba vergüenza cuando arrancamos porque era muy disruptivo hoy es moda. Ella, Laura Passalacqua y Jimena Outeiro crearon los segmentos “concha-puta”, “concha monógama” y “concha pajera”.





El primero explotó con el tema de la híper sexualización de las mujeres, el usar puta como un insulto y la privación del placer en función del placer de otros. En Monógama hablaron de los vínculos abiertos y en Pajera hablaron de todos los dildos disponibles en el mercado y de cómo se hacían la paja.



se puede observar que la mayor parte de las razas aborígenes de Latinoamérica tenían algún tipo de veneración de la sexualidad femenina, en sus representaciones se ven caídas, pulposas, rosas, marrones, grandes o chicas pero están presentes. Algunas tribus mostraban sus vulvas a las cosechas para que crezcan mejor. En Europa, en cambio, las representaciones exhibían a varones desnudos pero nunca a personas vulvo portantes. Con lo cual la pista colonizadora mucho tiene que ver con este tabú alrededor de la concha. 



A un grupo de científicas les pidió que dibujen penes y los hicieron respetando toda su morfología, pero ¿qué pasaba con las vulvas? Se preguntaba Sanyal: “¿Por qué mujeres muy formadas podían reproducir genitales masculinos sin problemas al tiempo que sus propios genitales les resultaban tan extraños y misteriosos que ni siquiera podían dibujarlos rudimentariamente? Al pensar en ello, advertí que, con la salvedad de las ilustraciones médicas, tanto ellas como yo sólo podíamos ver imágenes de la vulva como productos de las industrias del porno y de la higiene”.


Desaprender un modelo impuesto y formar uno nuevo, diverso y libre es parte de la revolución que hoy tiene a la vulva en primer plano.


La vagina forma parte de la vulva, pero ¿qué es la vagina? Es el agujero por el que sale la sangre menstrual, los bebés, entran los dildos, los dedos o los vibradores, un canal, un tubo fibroelástico que conecta el exterior con el útero: eso es lo único que se llama vagina. Todo lo demás es vulva (clítoris, labios externos, internos, uretra, etc), a diferencia de lo que nos enseñaron en la escuela. Pochola, cola de adelante, conchita, chucha, ranita e incluso vagina.

El clítoris es apenas una montañita para afuera (en algunas más grande, en otras muy chiquita) pero internamente es gigante: tiene brazos y bulbos internos con 8 mil terminaciones nerviosas. Es el único órgano humano destinado exclusivamente a dar placer y por eso portante de tantos mitos. “Teta del diablo”, “evidencia satánica”, “pene inacabado”... Hubo que esperar hasta 2010 para que la ciencia pudiera dar con su anatomía y representarla tal como es: fue la uróloga australiana Helen O’Connell a quien se le atribuye la primera imagen en 3D de un clítoris estimulado, comunicado con más de 15 mil terminaciones nerviosas en la región pélvica


La escala real del clítoris puede medir entre 10 y 13 centímetros, y durante la excitación puede crecer entre un 50 y 300 por ciento, entonces los cuerpos cavernosos se van engordando y se erecta todo el clítoris. Para que todo se erecte se necesita medio litro de sangre, para que un pene se erecte se necesitan entre 80 y 90 cm cúbicos. En promedio, a toda esa sangre le lleva entre 20 y 25 minutos llegar a la entrepierna. 

la clave es vulvanizar, es decir frotar la vulva contra lo que sea: un pito, una cola, un juguete, otra vulva o lo que sea. Y entender que cada vulva es particular como lo es una cara: todas tienen nariz, boca y ojos pero la distribución, geometría y geografía es diferente en cada una. “Está quien tiene terminaciones nerviosas que llegan a la vagina y entonces siente un montón en la penetración y está quien no. Y los brazos del clítoris pueden llegar hasta el ano y dar un enorme placer.


Quien puede llegar a orgasmos anales es porque tiene todo acomodado de cierta forma que hace que se estimule el clítoris de esa manera pero es importante saber que todo orgasmo es clitoriano.


De todas formas para mí nuestro mayor órgano sexual es el cerebro, si el cerebro no quiere no hay chance pero todo lo físico pasa ahí. Vos podés calentarte cuando te tocan los pezones pero la sangre va al clítoris. Hay gente que acaba con un beso, durmiendo, en el gimnasio, en fin… Lo que tenemos las personas que tenemos vulva es que cada una llega al orgasmo de distinta manera y eso es lo que más complejidad tiene.


--¿Y la eyaculación?
--Sucede y es re normal pero no le sucede a todo el mundo. Hay algunos estudios que dicen que les pasa a todas pero muchas eyaculan retrógradamente y después sale con la orina. Es una investigación pero hay muy poca data sobre el tema y es complejo. Yo pensaba que era algo del porno re exagerado y después lo intenté y salió: como todo es diferente en cada persona, a algunas les da placer y a otras nada. Puede salir por las dos glandulitas que están al costado de la uretra o sale por la uretra. Es un líquido blancuzco y en algunas puede ser súper abundante y en otras más discreto.



Las generaciones más grandes no lo vieron nunca en ningún lado y toda la vida pensaron que se hacían pis, pero las generaciones más chicas lo vieron en el porno, y en cualquier caso la pregunta es “si no eyaculo, ¿no acabo?” Nuestra eyaculación viene de lo que se describe como el punto G pero yo considero que es todo un órgano y que es nuestra próstata: todo un órgano que está alrededor de nuestra uretra y tiene varias funciones; nos enseñaron a decirle punto G pero es todo un territorio y es muy distinto en cada persona. Es como un tumulto de glándulas prostáticas.Ahora se está diciendo que no existe pero es porque algunas lo tienen más atrás otras más adelante, y la ciencia espera que sea igual en todas y eso es imposible.


-¿Qué fue lo que más te impacta que no se sepa?
--Varias cosas. Una que es terrible es que hay un montón de gente que no entra en el concepto de concha hegemónica y se la pasa sufriendo. No tiene la concha que se ve en el porno: y si no tenemos sexo con otras personas con vulva no las vemos. Los varones se ven entre sí, nosotras no siempre, y quien tiene algún rasgo que no encaja en la peli porno la pasa muy mal, o me escriben y me dicen siempre creí que mi concha era fea y nunca me había animado a preguntarlo.


Hay una rama que está de moda que es la ginecología estética, que vive de decirle a la gente cómo tiene que ser la concha. La operación más conocida es la labioplastía (está siendo una de las más populares en la Argentina), que recorta los labios internos a la manera de las actrices porno.


Hay vulvas que tienen los labios internos más largos, u otros colores, otras formas…. muchas situaciones. También me dicen: Tengo fantasías machistas y soy feminista o ¿cómo deconstruyo mi deseo? Y a veces no hay que hacer nada de eso porque la fantasía es fantasía, no hay por qué juzgarla, ni siquiera por qué contarla.el desfasaje entre la fantasía y la realidad es enorme, como coger en la playa, es un asco en la realidad. Hay mucha gente con miedo de sus propias fantasías y eso se tiene que terminar”.

GRACIAS POR PASAR!!!!




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