H. G. Wells y las incertidumbres del progreso durante el siglo XVII

03.07.2019 a las 22:17 hs 381 1

Además de las numerosas obras pioneras de ciencia ficción por las que se hizo famoso, H. G. Wells también publicó un flujo constante de meditaciones de no ficción, centradas principalmente en temas destacados de sus historias: los efectos de la tecnología, la locura humana y la idea del progreso. Como Peter J. Bowler explora, para Wells la noción de un futuro mejor estaba plagada de complejidades.

Detalle de March of Intellect (ca. 1828), una caricatura satírica de William Heath, que presenta aplicaciones futuras de la tecnología contemporánea, pero que incluye el presciente tubo de vacío para viajar. En la parte superior de la impresión (recortada aquí) se lee "Señor, cómo mejora este mundo a medida que envejecemos".




H. G. Wells se preocupaba constantemente por el futuro de la humanidad. Si bien esperaba que se produjeran progresos en los asuntos humanitarios, era plenamente consciente de que ello no era inevitable y que podría no ser sostenible.

A lo largo de su carrera celebró los avances tecnológicos que estaban revolucionando la vida, pero temía que pudieran llevar a una degeneración como ocurrió en 1914, con la primera guerra mundial. También era consciente de que había desacuerdos sobre lo que en realidad se consideraría un progreso.

Puede que no sea suficiente proporcionar a todos los ciudadanos los beneficios de la industria moderna, sobre todo porque la innovación tecnológica continua requeriría la reforma constante de la sociedad. Los pasos progresivos que introducían funciones completamente nuevas eran esporádicos, abiertos e impredecibles, tanto en la evolución biológica como en la social.



Estas incertidumbres se vieron agravadas por el hecho de que, en lo que respecta a la innovación tecnológica, era prácticamente imposible predecir las invenciones futuras o cuáles podrían ser sus consecuencias a largo plazo. Incluso si el progreso continuara, sería mucho más abierto de lo que los defensores de la idea tradicional de progreso habían imaginado.

Para Wells el nivel más básico de incertidumbre surgió del temor de que la raza humana no pudiera sostener su ritmo actual de desarrollo. En su historia de 1895 "La máquina del tiempo" imaginó a su viajero del tiempo proyectado a través de eras de progreso futuro: "Vi surgir a mi alrededor una gran y espléndida arquitectura, más masiva que cualquier otro edificio de nuestro tiempo, y sin embargo, como parecía, construida de resplandor y niebla".



Pero el viajero del tiempo termina en un mundo derribado por la división y la degeneración social. Los brutales Morlocks son los descendientes de los trabajadores industriales, mientras que los niños Eloi son los restos de las clases altas oprimidas.

Esta predicción se basó en la extensión de la teoría darwiniana por parte de su amigo zoólogo E. Ray Lankester. Lankester argumentó que, dado que la evolución funciona adaptando las poblaciones a su entorno, el progreso no es inevitable y que cualquier especie que se adapte a un modo de vida menos activo y, por lo tanto, menos desafiante, degenerará.

He aquí el modelo para una visión más compleja del progreso en la que cualquier avance dependería de las circunstancias de la época y no podría predecirse sobre la base de las tendencias anteriores.



El historiador Philip Blom denomina a principios del siglo XX los "años de vértigo", cuando la vida cotidiana se transformaba por un desconcertante conjunto de nuevas tecnologías. Wells se dio cuenta de que este estado de incertidumbre continuaría indefinidamente, lo que hacía prácticamente imposible incluso para los entusiastas predecir lo que iba a suceder.

Los tecnófilos aclaman sus innovaciones como la fuerza motriz del progreso, pero no siempre prevén lo que se va a inventar, o cuáles van a ser los efectos finales en la sociedad. Esta es una situación de la que somos muy conscientes hoy en día: pocos, si es que hay alguno, podrían haber anticipado el impacto de los ordenadores y la revolución digital, y sólo poco a poco nos estamos dando cuenta de que estas innovaciones no nos han aportado beneficios ilimitados.

La gama de tecnologías que han resultado tener efectos secundarios perjudiciales es muy amplia, una situación que el propio Wells anticipó.
Para poder ver los links necesitas estar Registrado . O.. ya tienes cuenta? Logueate!

Para poder ver los links necesitas estar Registrado . O.. ya tienes cuenta? Logueate!
Para poder ver los links necesitas estar Registrado . O.. ya tienes cuenta? Logueate!
Para poder ver los links necesitas estar Registrado . O.. ya tienes cuenta? Logueate!




Puntos: 350


Comentarios (7)


Cargando comentarios espera un momento...
No tienes permisos para comentar.
Para poder comentar necesitas estar Registrado. O.. ya tienes usuario? Logueate!